Nuestro director, Juan Eduardo Ibáñez participa en una charla generada por la Alianza Anticorrupción UNCAC Chile y Cámara de Comercio de Santiago, sobre "Relación público privada como motor de la integridad". En particular, el académico Juan E. Ibáñez fue parte de los expositores en el webinar organizado por la entidad, junto a María Jaraquemada, Directora Ejecutiva de Chile Transparente.
El encuentro fue moderado por Sebastián Segovia, Presidente del Comité de Compliance de la CCS, quien destacó los importantes cambios que ha vivido la sociedad chilena. Durante el evento, el Gerente General de la CCS, Carlos Soublette, señaló que “hoy existe un desafío global a nivel de la lucha contra la corrupción y Chile no está ajeno, por lo que es imperativo que junto con las necesidades de reactivación económica, se vuelvan a encausar las confianzas, dar certezas para el desarrollo del país, en un contexto de decisiones complejas, pero también debemos generar instituciones públicas y privadas fuertes, con sistemas de integridad suficientemente capaces de actuar como barrera ante los actos de corrupción”.
Agregó que la prevención y la lucha contra la corrupción “constituyen un propósito fundamental de todos los actores de la sociedad, y en esto el sector empresarial tiene la corresponsabilidad de dar un paso al frente y trabajar en conjunto con el sector público para fomentar estas buenas prácticas que nos toca liderar”.
Al abordar la temática de la construcción del propósito empresarial y la lucha contra la corrupción, el Sr. Juan Eduardo Ibáñez, director del Programa de Sostenibilidad Corporativa de la Pontificia Universidad Católica de Chile, comentó que “la ética y la gestión de la cultura de la integridad en las empresas está siendo hoy incorporado dentro de la gobernanza, que es uno de los pilares de la sostenibilidad, es decir, aquellas empresas que están adoptando una forma sostenible y que quieren perdurar en el tiempo y generar valor, están incorporando de manera más seria la gestión de la ética”.
Finalmente, nuestro director agregó que “durante mucho tiempo parecía ser que la ética e integridad eran un accesorio a la gestión corporativa, pero la literatura moderna ha mostrado que la cultura ética debe ser gestionada y que debemos actuar todos de una manera consistente con el entorno que nos rodea, de manera que, si no lo gestionamos, estamos expuestos a que esa cultura se vaya degradando, viciando, echando a perder y que en definitiva se vaya corrompiendo”.