Nuestro coordinador, Francisco Loyola, expuso sobre los nuevos estándares de reporte en sostenibilidad voluntarios y vinculantes en el mundo en el Encuentro Empresarial del Sur organizado por CODEPROVAL


El pasado 4 de noviembre, nuestro Coordinador Francisco Loyola expuso sobre los nuevos estándares de reporte en sostenibilidad voluntarios y vinculantes en el mundo en el Encuentro Empresarial del Sur organizado por CODEPROVAL. 

ueden revisar una breve columna sobre lo expuesto y ver el video completo de la actividad en el siguiente enlace: https://lnkd.in/e5TyTemM

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En esta charla, que continúa a la realizada por Juan Eduardo Ibáñez en octubre del 2021, se profundiza nuevamente en el concepto de sostenibilidad, dando énfasis a algunos conceptos y herramientas claves que recoge la nueva regulación de la Comisión para el Mercado Financiero y que llevará los temas de la sostenibilidad a las memorias anuales de las empresas reguladas.

El hecho de que la sostenibilidad es un buen negocio, es una conclusión a la que han llegado desde hace ya varios años importantes estudios académicos y grandes inversionistas. Esa conclusión, en gran medida, explica que al 2021 casi un tercio de las inversiones en el mundo pasaron por algún tipo de filtro o evaluación de sostenibilidad. Pero dicho interés por invertir en empresas sostenibles también genera riesgos, el principal de ellos, que empresas que se dicen ser sostenibles en realidad no lo sean, lo que perjudica tanto a los inversionistas como al mercado en general. Pero, ¿cómo saber si una empresa es verdaderamente sostenible? Y, ¿todos los temas de la sostenibilidad son igual de importantes en el desempeño financiero de una empresa? La respuesta a esa pregunta nos lleva necesariamente al concepto de materialidad que, acertadamente, es justamente el énfasis central de la nueva regulación de la CMF.

La materialidad es el criterio para definir qué temas son lo suficientemente importantes en una empresa como para que sea indispensable informar al mercado de cómo se está gestionando, pues son esenciales para evaluar la salud de la empresa y su viabilidad en el largo plazo. Tradicionalmente se afirmaba que los estados financieros eran el principal tema material en una empresa, pero SASB, organización sin ánimo de lucro de los Estados Unidos, asumió el desafío de identificar aquellos temas específicos de la sostenibilidad que tienen el potencial de impactar de forma relevante en el valor de una empresa. El acierto de SASB, fue encontrar esos temas y luego mapearlos de forma exhaustiva por sector y tipo de industria.

Y el ejercicio de SASB fue uno exitoso, al menos así lo demuestran estudios como el del profesor de la Universidad de Harvard, George Serafeim, quien, revisando a un número relevante de empresas y seguir su rendimiento financiero en el largo plazo, concluyó que las empresas que gestionaban de mejor manera los temas que SASB señala como relevantes para sus rubros, rentaban muchísimo mejor que sus pares. Poner el énfasis en los temas de la sostenibilidad materialmente relevantes, nos lleva a que por ejemplo, para un banco, el reciclaje puede ser un tema accesorio, pero no lo será así la ética de negocios y la salud financiera de sus clientes.

Pero la nueva norma no sólo acertó con el concepto de materialidad, también recogió elementos claves para evaluar la robustez de la sostenibilidad de una empresa, como son el concepto de propósito, el marco de derechos humanos y empresas, la debida diligencia y algunos temas centrales para la buena gestión de riesgos y un cumplimiento moderno e integral en la empresa. Estos nuevos estándares son una oportunidad para la empresa nacional, para que se desafíe a ponerse al día con los mejores estándares de gobernanza corporativa en el mundo, estándares que cada vez están pasando a ser más un piso mínimo indispensable para la competitividad de la industria nacional en un mercado global exigente y complejo.