En un reciente seminario de ICARE Chile, nuestro director compartió los tres principales desafíos - a su parecer- que enfrenta el sector empresarial con la implementación de la nueva Ley de Delitos Económicos y las acciones recomendadas para superarlos.
La nueva Ley de Delitos Económicos (N° 21.595), recientemente promulgada en nuestro país, presenta desafíos significativos para las empresas y sus directorios. Juan Eduardo Ibáñez, director del Programa de Sostenibilidad Corporativa UC, abordó estos retos en su presentación en un reciente Seminario de ICARE Chile. Para Ibáñez, esta legislación no solo implica un ajuste normativo, sino una oportunidad para fortalecer la cultura de ética y cumplimiento dentro de las organizaciones.
Ante esto, planteo un total de tres desafíos a considerar. Te explicamos cada uno de estos, a continuación:
Desafío 1: ARMONIZACIÓN ENTRE DERECHO PENAL Y DINÁMICA EMPRESARIAL
El primer reto que señala nuestro director es la necesidad de armonizar una ley penal, que proviene de un sistema tradicional de justicia, con la naturaleza dinámica y de riesgos propios de las empresas. Las compañías, que operan en mercados cambiantes y buscan innovación, deben encontrar formas de integrar las nuevas normativas sin que esto frene su capacidad de crecimiento. Esto requiere un enfoque flexible que permita a los directores gestionar los riesgos de forma eficiente.
Desafío 2: IMPLEMENTACIÓN DE UN SISTEMA DE CUMPLIMIENTO ROBUSTO
El segundo desafío involucra la creación de un sistema de cumplimiento y gobernanza adecuado dentro de la empresa. Ibáñez destaca la importancia de establecer procesos claros para gestionar los riesgos asociados y evitar sanciones penales. Las empresas deben adaptar sus estructuras internas para responder de manera efectiva a las nuevas exigencias legales, lo cual implica un compromiso profundo con la transparencia y la rendición de cuentas.
Desafío 3: FOMENTAR UNA CULTURA DE ÉTICA E INTEGRIDAD
El último desafío se refiere al aspecto moral: ¿cómo liderar la transformación organizacional para generar una cultura de ética e integridad? Según Ibáñez, los directores juegan un papel fundamental en este proceso, ya que son responsables de guiar a sus equipos hacia la construcción de un entorno donde prevalezcan la transparencia y la responsabilidad social, evitando así conductas delictivas que puedan comprometer tanto a la empresa como a su liderazgo.
Puedes revisar más sobre su presentación en Icare Chile, ingresando a su sitio web o en el siguiente enlace.